El perdón es un placer, es una liberación de infinitas ataduras que crea químicos en el cerebro que nos ofrecen felicidad y paz, pero también alivia al alma que es nuestro motor. Pide perdón si ofendiste, perdona si te ofendieron, que la vida se pasa rápido y nuestro cuerpo, cerebro y álma no están diseñados para guardar rencor. Perdona, da tu absolución, perdónate, date, pide perdón y recuéstate en la cama de la tranquilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario